Tener piojos en Alemania no es lo mismo a tener piojos en Chile
Recuerdo que cuando era chica tuve piojos, me los pegaron en el colegio, luego del tratamiento de rigor que consistía en un Shampoo hediondo contra la pediculosis, mi mamá y mi abuela me sentaban al sol buscando pelo por pelo la presencia de estos desagradables visitantes. Aunque ya no tenía nada, el proceso se repetía diariamente , por si acaso, ya que mi crespa y larga cabellera representaba el paraíso para estos bichitos. No fue una experiencia dramática, excepto que me cortaron un poco el pelo y eso no me gustó.
Veinte y cinco años después, en Alemania, hacía lo mismo con mi hijo mayor. De pronto noté que se rascaba la cabeza sin parar, primero pensé que no se enjuagaba bien el pelo, hasta que lo revisé, ¡oh sorpresa! Encontré piojos. Mi marido estaba de viaje, habíamos llegado hacía poco, no tenía a quién preguntarle, mi nivel de alemán estaba en: Hallo, Guten Morgen, Danke y Bitte, era casi imposible que fuera a la farmacia y pidiera un Shampoo contra la pediculosis para mi hijo. Había que solucionar el problema , así que tratando de articular frases a lo tarzán me armé de valor y logré comprar el piojicida, estaba tan orgullosa…
Aplicamos el producto, me aseguré de sacar todo los que mis ojos pudieron identificar, el niño tenía la cabeza limpia. Al otro día lo mandé al colegio con una nota explicando la situación, para que la profesora le avisara a los otros apoderados y conversara con los niños acerca del tema, ya que es algo absolutamente normal, pero hay que tratarlo. Media hora después recibí la llamada de la profesora casi en estado de Shock, diciendome que tenía que ir a buscar a mi hijo inmediatamente. Lo fui a buscar, estaba sentado fuera de la sala con la profesora, ella estaba a una distancia adecuada para cuidarse que nada saltara a su cabeza, la verdad es que no le entendí mucho, pero su cara decía que había hecho algo muy malo. Después comprendí que el procedimiento en estos casos, es aplicar el líquido, quedarse un par de días en casa, eliminar todo rastro de estos parásitos,y finalmente ir al doctor para pedir un certificado que diga que estas libre de piojos. PLOP!!! Quedé como Condorito pidiendo una explicación .
¿Se imaginan en Chile tener que ir al pediatra cada vez que los niños se pegan piojos? Las colas serían eternas. Fuimos al doctor, apenas lo revisó y me dio el documento para tranquilidad de la profe. Como mi niño se asustó un poco porque tuvo que salir de la sala pensando que había hecho algo malo, decidimos tomarnos un par de días de vacaciones, hicimos la fiesta de los piojos, compramos cosas ricas para comer, nos acostamos a ver películas todo el día. ..lo pasamos tan bien que después esperaba ansioso encontrarse con algun visitante capilar.
Pia Quezada Prado
Periodista