6 cosas que me hubieran gustado haber sabido antes de ser mamá
1. Que la caca de los bebés viene en diferentes colores y que no hay que alarmarse por eso. Un día puede salir verde, como si hubiera comido pasto. Otro día color mostaza. Me hubiera gustado haber sabido que era totalmente normal y que no tenía que llamar al pediatra en modo desesperado pensando que algo estaba realmente mal.
2. Que los bebés recién nacidos hacen ruidos cuando duermen y eso no significa que se están asfixiando o está sucediendo algo grave. Pasé noches en estado de alerta, nerviosa, escuchando a mi hijo respirar y hacer ruidos para mi rarísimos. Pensé que había agarrado una gripe. Una bronquitis. Estaba realmente muy preocupada y no pude dormir los primeros días en casa con mi bebé pensando que algo andaba mal.
3. Que puede pasar más de un día sin que el niño haga caca y eso es totalmente normal. Sobre todo si toma sólo pecho. Una como mamá primeriza se aterra si pasa un día sin que el bebé haga caca y más se aterra si son dos. Lo cierto es que es normal que un crío con lactancia materna exclusiva pase días sin hacer del número dos y no hay que entrar en pánico.
4. Que no vale la pena comprar tanta ropa de bebé porque mucha queda colgada en el clóset con la etiqueta puesta porque no alcanzó a usarla. Crecen muy rápido. Una como mamá primeriza cae en la tentación de comprar mucho, claro porque estamos felices y lo queremos todo, pero no es necesario.
5. Que para hacerlos dormir, lo peor es hacerlo con el pecho porque se acostumbran a dormirse sólo con él y eso te limita mucho sobre en tu día a día. La verdad es que tus pechos se vuelven más importantes que tu misma y no puedes salir ni a la esquina a tomarte un café porque el bebé con lo único que se duerme en el mundo es con tu teta y eso, es muy esclavizante y agotador.
6. Que las visitas post parto más que un aporte en positivo, estresan y ponen nerviosa. Estás recién parida, te sientes sensible, rara, agotada. Te estás acostumbrando recién a un bebé y llega gente a conversar, tomar té a tu casa. Pasar la tarde. ¡A comer! Ojalá hubiera sabido que ese momento era de acople con mi gente más cercana y no para estar poniendo caras y haciendo vida social. Ese tiempo es paracaídas la mamá y el bebé. Para conectarse y conocerse. Las visitas pueden esperar.
Vengan un mes después, hubiera puesto en la puerta si hubiera sabido.