Es periodista y bloguera gastronómica. Se hizo conocida con su blog Polin en la cocina. Hoy tiene 4 libros publicados, maneja una agencia de comunicaciones y es mamá de dos, Diego y Victoria. Ésta es su historia.
¿Cuándo comenzó tu afición por la cocina?
Desde chica cocinaba con mi abuela, tengo muy lindos recuerdos cocinando con ella. Con el tiempo dejé la cocina de lado y me dediqué a la universidad. Cuando me casé, trasladaron a mi marido a Concepción por trabajo y fue ahí cuando me metí a clases de cocina y comencé a escribir mi blog. En esa época mis niños estaban chicos y pude complementar esto que comenzó como un hobby, con la crianza de ellos. Fue una época muy linda.
¿Cocinas con tus hijos?
Ellos comen de todo, porque les he enseñado a probar, algunas cosas les gustan y otras no pero siempre dándose la oportunidad de intentar sabores nuevos. Ellos han crecido viendo a su mamá en la cocina por lo que es algo que es parte de ellos. Cocinamos juntos y disfrutamos haciéndolo.
¿Cómo se compatibiliza hoy el ser mamá y mujer multirol, se puede?
¡Es difícil compatibilizar todo! Creo que a los hombres les falta ponerse más en los roles de nosotras. Por suerte mi marido es todo lo contrario, cumple muy bien su rol de papá. Eso es muy importante para poder complementar todo lo que hacemos, tener una buena red de ayuda. Ya sea tu pareja, o un familiar. Quien sea.
Yo, por ejemplo, para lograr ordenarme, dejo cocinado el domingo dos preparaciones y con eso me las arreglo para toda la semana.
¿Cómo ha sido la crianza de tus hijos y cómo la has combinado con tu éxito profesional cómo bloguera de cocina?
Yo siempre digo que “mi éxito” tiene que ver con el cariño y el esfuerzo que uno le pone a las cosas. Que con trabajo y perseverancia se puede llegar lejos. El ingrediente base es la pasión que le pones a las cosas.
A mis niños los crié independientes porque entre mi agencia y los trabajos de bloguera no me da mucho tiempo para estar encima de ellos, con las tareas, por ejemplo. Me preocupo de comer todas las noches con ellos para que conversemos, acostarlos y dedicarles tiempo. Es fundamental como mamá estar presente en sus vidas.
¿Que opinas de la presión que existe hoy por ser la mamá perfecta?
¿La sentiste tú ?
Creo que las mujeres nos autoculpamos de no ser la mamá perfecta, cuando los hombres siempre fueron los proveedores y no pasaba nada. Creo que el equilibrio está en ser mamás felices y no culposas, darles tiempo de calidad y compartir con ellos lo que más se pueda. Yo creé que mi propia empresa para poder ir a todos sus bailes y fiestas en el jardín y el colegio, como que antes de ser mamá ya tenía claro que eso sería importante para mí.
Los niños son felices si tienen cariño y reglas claras. Ponerse de acuerdo siempre con el marido sobre lo que está permitido y lo que no para no crear confusión en ellos.
¿Que opinas tú de las competencias qué hay en RRSS por ser la mejor mamá?
Yo ando más en el mundo de las blogueras gastronómicas, no tengo idea si existe esa competencia, pero creo que si uno es feliz trabajando que lo siga haciendo y si otra quiere ser mamá en la casa que también lo sea.
¿A qué crees tú se debe tu éxito?
A que hago las cosas de verdad, con cariño, pasión y mucho trabajo. La gente te cree cuando te muestras de verdad, auténtica. Además, mis recetas son fáciles, caseras, sin ingredientes rebuscados ni caros. Son recetas que de alguna manera nos trasladan a la infancia y al calor familiar.
¿Cuál es tu receta favorita?
¡Qué difícil pregunta!! Hay muchas recetas que me gustan. Pero, ahora que se viene el día del papá creo que voy por una muy tradicional de mi casa, la torta de panqueques con verduras, preferidas de mis niños y donde se comen todas las verduras sin dejar nada en el plato.
Es de esas recetas que mi mamá sabe que en cada Navidad o comida familiar tiene que hacerla.