Cómo enfrentar los terribles dos años
Los bebés crecen tan rápido, que cuando nos damos cuenta ya han cumplido dos años y entran en esa etapa de transición en la que pasan de ser bebés a ser niños. Y como toda transición, puede costar a quien la está viviendo y a su entorno, por eso es que también se le conoce como la primera adolescencia. No todos los niños son iguales pero hay ciertas carcaterísticas que define a esta etapa.
A esta edad los niños comienzan a ser más independientes, es una época de cambios en la que empiezan a desarrollar su sentido del yo, creen tener la razón y quieren hacer las cosas por sí mismos, de
ahí el ¡Yo Solito! y los ¡No no y no! característicos de esta etapa.
¿Qué podemos hacer los padres para que esta etapa sea más llevadera?
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Lo primero y más importante es tenerles paciencia, recordar que con 2
años aún son bebés y no podemos esperar que se comporten como niños
más grandes.
– Es recomendable que fomentemos su independencia, permitirles que
ellos hagan solitos todo aquello que esté a su alcance y sea acorde a su
edad.
– Como padres debemos establecer ciertos límites, y que el niño comprenda que debe de respetarlos, hablar con él y explicárselo todas las veces que sea necesario, por ejemplo antes de ir al súper (recordarle que solamente podrá comprarse una cosa, llegar a acuerdos para así evitar berrinches y pataletas).
– En caso de que el niño haga un berrinche, simplemente debemos guardar la calma y esperar a que pasen. Si el niño intenta conseguir algo que tenemos claro que no debemos concederle, lo mejor es no ceder.
– Nunca hay que utilizar los temores de nuestro hijo para controlar su
conducta, amenazarlos con el coco, u otras cosas a las que ellos le temen
sólo generara que incremente ese miedo.
– Por otra parte es importante elogiar y premiar sus esfuerzos y sus
progresos por pequeños que sean, esto los hará sentirse seguros y
apoyados.
– Recordemos que esta etapa es rica en creatividad e imaginación. Los niños son más conscientes de sí mismos como una persona independiente de las demás, por eso empieza a referirse a sí mismo con su nombre.
Recordemos que ante todo debemos tener mucha paciencia y tener presente que es sólo una etapa más del desarrollo, y que como otras, esta también pasará, puede ser un proceso agotador para nosotros como padres, pero no hay que alarmarse ni entrar en desesperación, si logramos entender lo que pasa y sabemos cómo enfrentarlo, esta etapa será mucho más fácil de sobrellevar.
Caro García de Octubre15blog
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